Tintas al Sur: RUEDAN LOS DADOS...

El sol bostezaba sus tímidos rayos sobre las opacas nubes que cernían la ciudad. A lo lejos, allá donde nos dirigíamos, algunos gritos dorados guiaban nuestro camino cerca del fin del mundo…
La emoción de la primera vez nos llevó unos metros más arriba del cielo, pero aún en la misma sucursal hedónica.
Con los nervios dentro de los bolsillos rotos, sin máscaras, un puñado de ilusiones, y porqué no, también de ganas de arrancar, nos recibió una algarabía inquieta y curiosa por los colores discordantes que hacían presencia en el lugar.
Bienvenida de Angelita Giraldo y toda una acometida colegial, que incrementaron nuestras ansias de comenzar.
La exposición fotográfica suspendida alrededor, cuidaba de cerca a los chicos observándolos fijamente instantes antes de la función. El coliseo se colmó de alumnos de grado once que se acomodaron en mesa redonda fijando su atención en aquellos seres misteriosos de notas discordantes.

Una bocanada de aire, tres suspiros, unas frases sin sentido para romper un poco el hielo, nuestras caras rojas de la emoción y un poco de vergüenza. Miradas morbosas de todos los presentes como si quisieran comernos vivos
Las ansías de no poder fumar y no tener nada que decir, aunque muchas historias que contar. Algunas carcajadas que sirvieron de preámbulo para amenizar la escena y poco a poco nos fuimos desnudando.

A trompicones empezaron a salir las primeras palabras de presentación del proyecto, cosidas con versos de hilos nuestros y agujas de cartón. Imágenes, notas, sudor, risas, nervios, pasión, flores, animales, arepas y hasta algún representante de “dios”, se dieron cita alrededor de estas primeras latitudes desde las que zarpa por un mar de tinta, este velero de letras rumbo al sur…
Hablamos un poco de Tintas al Sur y la idea que teníamos de compartir hasta nuestras más íntimas letras. De Stravagarios CaliGoza, nuestra editorial independiente que invita a romper las barreras que nos impone la globalización de este mundo. De un Arte Conciente que incita a no quedarse callado y a sacar todas esas inconformidades que se ven en la vida diaria, del papel de los jóvenes como los investigadores de nuevas alternativas, de no tragar entero y no quedarse quieto.

Leímos poemas, cuentos y letras al revés o sin sentido. Historias tejidas a lo largo de nuestras experiencias individuales. También hermosas palabras de otros escritores, irradiando todo el coliseo con angustias, amores, deseos y hasta los más complejos sueños.

Invitamos a escribir a los presentes, apoyándose en las fotografías que volaban a su alrededor y les produjesen alguna historia o inspiración.
Antes de quitarnos la ropa caímos en un una orgia de letras y palabras sin sentido que nunca podremos olvidar. Las máscaras quedaron atrás en el suelo, poco a poco perdimos la vergüenza y salimos con una sonrisa de satisfacción tatuada en nuestra memoria. No hubo pastel ni vino pero nos gozamos la fiesta.

Encontramos un panorama un poco diferente, un colegio de mente abierta y que apoyaba iniciativas alternas, una profesora que ama a sus estudiantes y que se quita unos cuantos años de su calendario para compartir con ellos a la par y de forma muy reciproca. Unos chicos interesados y abatidos por diversas problemáticas, con una sensibilidad a flor de piel y un poco de miedo ante el deteriorado estado de su sociedad.

La ilusión flotaba en el ambiente, resultando el motor que dio chispa a un alto grado de motivación por ambas partes. Aquel circo de magia lírica con payasos de entusiasmo, transcendió en un apoyo, aprendizaje y entretenimiento recíproco, digno de llevar adelante la función…
Muchas gracias chicos, Ángela, dormilón que cambia todos los días de traje y a todos los demás por darnos esta oportunidad…